Según afirmó ayer la OIT, entre 2019 y 2020 y como resultado de la pandemia, la región de las Américas registró la mayor pérdida de empleos de mujeres, con 9,4% de trabajos perdidos, frente a un descenso del 7% en el caso de los hombres.

La pandemia de COVID-19 agudizó la desigualdad entre los géneros en el mundo del trabajo, golpeando en forma dispar la ocupación y los ingresos de las mujeres, y no cambiará en el futuro cercano, afirmó ayer la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Las nuevas proyecciones globales muestran que en 2021 solo el 43,2% de las mujeres en edad de trabajar tendrá un empleo, en tanto que el 68,6% de los hombres estará trabajando. Si bien el empleo femenino crecerá más rápidamente que el de los hombres en 2022, no alcanzará a compensar la baja sufrida, y el nivel de ocupación no llegará a la marca de 2019.
Los datos del análisis de la OIT muestran que en todo el mundo, entre 2019 y 2020, el empleo de las mujeres disminuyó un 4,2%, es decir, perdió 54 millones de puestos de trabajo, mientras que en el caso de los hombres se redujo en un 3%, o 60 millones de trabajos. La publicación «Avanzar en la reconstrucción con más equidad» explica que la pérdida de empleos e ingresos de las mujeres se debió a su presencia excesiva en los sectores económicos más afectados, como los servicios hostelero y manufacturero.
Las mujeres de América fueron las más afectadas
A causa de la pandemia, América registró la mayor pérdida de empleos de mujeres, con 9,4% de trabajos perdidos, frente a un descenso de 7% en el caso de los hombres. Se estima que solo el 46,8% de las mujeres tendrá un trabajo en 2021. Entre los hombres, el índice alcanzará el 66,2%.
Al retroceso en el continente americano le siguieron los Estados Árabes, con 4,1%, y Asia y el Pacífico, con 3,8% para las mujeres, frente a 1,8% y 2,9% para los hombres, respectivamente.
En Europa y Asia Central, la pandemia redujo el empleo femenino en 2,5% y 1,9%, respectivamente; mientras que en África disminuyó también 1,9%, frente a apenas 0,1% en el caso de los hombres.

Medidas de protección del empleo
Una muestra de 28 países europeos deja entrever que sin las subvenciones salariales, las mujeres habrían perdido el 8,1% de sus salarios en el segundo trimestre de 2020, frente al 5,4% en el caso de los hombres.
En la economía informal, la pandemia alteró los medios de las mujeres para ganarse la vida, ya que muchos negocios informales tuvieron que cerrar temporal o permanentemente, empujando trabajadoras a la pobreza. La OIT afirmó que la situación laboral de las mujeres fue bastante mejor en los países que adoptaron medidas, como en los casos de Colombia y Chile, donde se entregaron subsidios salariales a los nuevos empleos y tasas de subvención más altas si se contrataban mujeres. O como Colombia y Senegal, que crearon asistencia a las mujeres emprendedoras y empresarias.
De acuerdo con la agencia de la ONU, las brechas de género en el empleo están a la vista: la mayoría de las mujeres que trabajan deben aceptar salarios bajos, jornadas de trabajo prolongadas, pocas oportunidades de ascenso, exposición a riesgos de salud y seguridad en el trabajo, a la violencia y el acoso.
«La pandemia de COVID-19 ha golpeado a quienes están en el fondo de la escala salarial más que a quienes están en lo alto, y en particular a las mujeres, que están desproporcionadamente representadas en los trabajos de baja remuneración», subraya la OIT.