Existe un modo de tomar decisiones de manera clara, enfocada y desde tu propia naturaleza. Solo necesitás animarte a cuestionar patrones, elegir recordarte y cocrear una vida desde tu propia naturaleza.

Agustina Oliva se formó como coach ontológico, hizo una Licenciatura en Recursos Humanos, una Maestría en Dirección de Empresas y, gracias a su rol de mamá, sumó el estudio de Diseño Humano a su currículum. Hoy te comparto parte de su historia y te invito a conocer una gran herramienta de desarrollo personal como lo es el Diseño Humano, la disciplina que integra la astrología, la Cábala, la genética y la mecánica cuántica, entre otras.
«Somos con otros. Somos nuestros vínculos. Y somos la manera de relacionarnos entre nosotros». A esa conclusión llegó Agustina cuando la maternidad le trajo nuevas maneras de ser y estar en el mundo.
Frustración, culpa, cansancio, dudas, deseos interrumpidos, y, también, gratitud, alegría y amor. Pero, sobre todo, un nuevo despertar, tomar consciencia de que la maternidad había sido disparador de nuevas sensaciones. Y ella optó por el camino más desafiante: hacerse cargo de este cambio y aprender a evolucionar como persona desde esta nueva realidad.
«Hay que hacer, hacer y hacer. Ese era mi discurso. Ni siquiera me daba el tiempo de darme cuenta de que mi autoexigencia impedía mi fluir. Y no me quedó otra opción que empezar a escucharme: allí descubrí el Diseño Humano como posibilidad para entender desde la práctica que cada uno de nosotros es único, y que es posible descubrirnos y evolucionar desde nuestra esencia», dice Agustina.
Esta disciplina busca que te reencuentres con tu naturaleza, que recuerdes y escuches a tu niña interior, que entiendas tu mecánica de comportamiento y, solo por nombrar algo más, que te acerques a revelar tu propósito y talento.
Sí, así de poderosa. Sí, así de desafiante. Porque animarnos a conocernos a veces duele. Pero como aprendimos en la entrevista, «el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional». Y entonces, sesión tras sesión, Agustina trabaja con esta herramienta para que puedas estar atenta a tus patrones, para que revises tu espejo interior y escuches tu manera de pensar y actuar.
«Empecé Diseño Humano por mis hijos. Estaba colapsada, pero lejos de quejarme, elegí buscar comprender y mejorar mi relación con ellos y conmigo misma. Hoy nuestra dinámica es diferente. Por supuesto que hay días en que nos enojamos, o me siento frustrada, por ejemplo. Pero hoy soy consciente de ello y conozco cómo gestionarlo».
Somos mucho más que solo mente
Esta metodología te permite (o te invita) a vincularte con otros desde un lugar más sano. Empieza por darte herramientas para que vos misma te conozcas, y desde allí el camino se vuelve menos confuso y más amoroso. A tu mente se le agrega el poder de las emociones y la escucha de tu ser espiritual. El cuerpo incluso toma una relevancia que otras disciplinas omiten. Entonces, gracias a esta herramienta, tu mente no será la protagonista única de tus decisiones (¿No supone ello quizá un gran alivio?).
«En nuestros encuentros calculamos tu propio diseño a partir de los datos de tu nacimiento. Con ello conversamos y aprendemos sobre tu manera de ser desde el plano físico, mental y emocional», agrega Agustina.
El Diseño Humano trabaja con distintos biotipos, que definen a los seres humanos según interesantes características. Y conocerlos para luego entenderlos y actuar en consecuencia es el gran regalo que a la evolución de cada persona le da esta metodología.
«¿Quién soy yo? ¿Quién es el otro? ¿Cuál es mi propósito?» Estas y muchas preguntas más podés trabajarlas con esta herramienta. Solo necesitás decidirte y avanzar.
Si querés ver la entrevista a Agustina en Instagram, hacé clic aquí. Y si te gusta este contenido, compartilo entre tus contactos y dejanos tu comentario aquí abajo.