Un camino en el desarrollo personal que se manifiesta en bienestar y se traduce en alegría y flexibilidad.

Para quienes leyeron mi artículo anterior, vamos a continuar con las actitudes que necesitamos para adaptarnos a vivir en este mundo que cambia, a decir de Jim Selman, en tiempo real.
Aceptar nos conecta con dejar de resistir, para nada es resignar. Es aprender que el otro es justamente otro y que actúa bajo sus circunstancias, y pretender que actúe según las mías hace que vivamos en un constante derroche de energía. El mundo que me rodea es como es, y cómo me relaciono con él es lo que hace mejores o peores mis circunstancias.
Es más fácil el camino cuando no cargamos el peso de resistir. Resistir permanentemente nos lleva a la resignación, lugar en el que estamos abatidos, no vemos con claridad, sino que somos eso que nos sucede y no podemos ver más allá. No entendemos el problema, pensamos que eso que sucede es el final y no tiene posibilidad de cambio, por lo que pasamos desde ese lugar a la pasividad, nos quedamos sin acciones.
La aceptación implica un proceso activo, implica estar dispuesto a ver las cosas tal como son y hacerles un espacio, sin necesidad de esforzarnos para que cambien. Es un paso fundamental en los procesos que nos permite el poder aceptar que eso que sentimos o que vemos que está ahí nos da distintas posibilidades de acción. Nos hace protagonistas, dado que cuando somos capaces de ver lo que está ahí, tenemos más opciones a la hora de actuar, contamos con más información que nos da claridad a la hora de tomar decisiones. Plantarnos y distinguir qué es lo que ocurre realmente y qué es lo que interpretamos de la situación nos permite reinterpretar esos hechos, y esto nos abre nuevas e infinitas posibilidades, tantas como reinterpretaciones seamos capaces de realizar.
Como consecuencia de abrir el espectro de posibilidades, aparece con la aceptación mayor flexibilidad, porque nos da la oportunidad de soltar el control, situación que hace que se reduzca el estrés con el que atravesamos eso que está sucediendo.
Les dejo un vídeo con un poema que escribió para mí, sin saber lo que yo andaba transitando, un primo muy querido a quien hace muchos años que no veo. Me lo envió una mañana como regalo. Son de esas sincronicidades que ocurren y a las que siempre tenemos que estar atentos.
¿Qué estás viendo de tu realidad?
¿Cuántas reinterpretaciones se abren para llamarte a la acción?
La aceptación en mi vida es un ejercicio, requiere observación, paciencia y se ha transformado en una forma de vivir. Cuando no me siento en paz, me pregunto qué es lo que no estoy aceptando y seguramente encuentro aquello que me está robando la alegría por quererlo controlar.
Te invito a practicarlo.
Facebook: sandrazcoach
Correo electrónico: soy@sandrazcoach.com.ar
Teléfono: + 5492615192085
Me encantó. Me quedo con el último párrafo. Lo voy a pensar….
Muy cierto, Sandra, hay que respetar las ideas y el ser de la otra persona. No todos pueden y deben pensar igual que uno.
O que adivine lo que uno quiere y realizarlo. Felicitavionrd
Excelente artículo, muchas gracias Sandy
Un gran desafío !! Pero hay que intentarlo!! Gracias !!
Sos una luz para mi,hermoso artículo, todo un desafío el dejar de controlarlo todo.
Totalmente de acuerdo querida Sandra, aceptar es una manera de adaptarse.
Adaptarnos nos acerca a la felicidad.
Excelente artículo.
Excelente reflexión Sandra! Gracias por compartirla
Aceptar para ser y dejar ser. Hermoso artículo Sandra.
Es muy cierto Sandra!! Difícil pero entiendo que con práctica se debe lograr!!
Excelente la reflexión !!
Hay que realizar el ejercicio de comenzar a aceptar las cosas que nos sucederán para crecer ,aprender y vivir más felices y en paz
Felicitaciones
Excelente nota